sábado, 7 de noviembre de 2009

EL DERECHO A VIVIR



Hoy fue sábado y quise levantarme más tarde pero mi hijo mayor Marcelo fue rápidamente a mi cuarto pidiéndome me levantase por que hoy tenia un desfile organizado por varios colegios católicos ya que se celebraba el día del concebido. le dije a mi hijo que me sentía cansada y que seguramente habría tanta gente que ni siquiera su maestra se daría cuenta que habría faltado, pero él de manera muy decidida me miro a los ojos y me dijo mamá tengo que ir por que soy muy importante en ese desfile. No quise contrariar a mi pequeño así que me aliste, aliste a Marcelo y a Joaquin su hermano menor y acompañe a mi hijo. Cuando estuve allí me contagie al observar la alegría de muchos jóvenes que a viva voz gritaban SI A LA VIDA NO AL ABORTO, EL CONCEBIDO TIENE DERECHOS DEJEMOSLE VIVIR y otras arengas más.

Cuando culmino el desfile vi en los ojos de mi hijo la expresión de alegría y a pesar de que habíamos caminado bastante tramo él llevando un cartel muy pesado  no se quejo en ningún momento al contrario me dijo...ya vamos mamá a casa mi tarea esta cumplida en ese momento de llene de emoción mi pequeño Marcelo estaba creciendo rápidamente

Llegue a casa y decidir recordar aquel suceso pensando que para muchas mujeres les es muy fácil pensar en el aborto como el remedio de sus males como si un bebe significara una enfermedad en sus vidas.
yo tengo la gracia de ser madre tres veces, pero Dios elegió a mi segunda hija CAMILA para que se convirtiese un ángel y la llevo desde mi vientre al cielo cuando ya estaba en el mes de nacer y esta pérdida significo por mucho tiempo un suceso muy triste en mi vida pero un año después me envió un angelito precioso que es mi tercer hijo así que comprendí en carne propia que solo Dios es el único que tiene la decisión de nuestras vidas en sus manos y no somos nosotros quienes debemos decidir sobre eso.

Espero que este desfile al que asistí junto a mis hijos haya concientizado a muchas mujeres que la solución de un embarazo no deseado no es el aborto y que entiendan que la llegada de un bebe a nuestras vidas es el mejor regalo del cielo y la oportunidad que se nos da para ser inmensamente felices por que los hijos son el sinónimo de una eterna felicidad.

Publicado el 07/11/2009

              EL NIÑO QUE QUERÍA NACER
Cuenta la historia que un niño que estaba en el cielo junto con otros niños, transbordaron un avión juntos con destino al mundo.
Este niño, ansioso por nacer, por venir a la tierra y amar a sus padres, un día se encuentra en el mismo vuelo a un niño que sufría mucho porque no quería nacer. Entonces, el niño entusiasmado y ansioso por nacer, le pregunta al niño triste:

- ¿Por qué estás tan triste? El niño triste le responde: - Es que no quiero nacer,
porque voy a nacer en una familia pobre y voy a sufrir mucho; voy a padecer hambre, y prefiero quedarme aquí en vez de irme a sufrir allá.

Y el niño feliz por nacer, lo alienta y le dice: -No te preocupes, yo voy a
nacer en una familia de mucho dinero, de buena posición, y cuando nazca me voy a hacer tu amigo para ayudarte, y le voy a decir a mis papitos que te ayudemos... pero ya no estés triste, que tus papas ansian tu llegada.
Entonces el niño triste se pone contento, con la esperanza que el niño optimista le dio.

Más tarde, el niño feliz se encuentra con otro niño llorando, y le pregunta:
- ¿Por qué lloras? Y el niño le contesta: Porque mi papá nos va a
abandonar a mi mamita y a mí. ¿Pero por qué? - pregunta el niño entusiasmado.
Entonces el niño le contesta: por que mi papito no es lo suficientemente valiente para solucionar las diferencias que existen con mi mamita y voy a ser muy infeliz al no crecer a su lado.
- No te preocupes, -dice el niño alegre-. Mira que yo voy a nacer en una familia de buena posición, mis papitos van a tener mucho dinero, además ellos me van a querer mucho y todo lo que yo les pida me lo darán y lo que les voy a pedir que lleven a tus papitos a una terapia de esposos para que tu papitos se entiendan mejor.
Entonces el niño triste se quedó muy contento, al ver que había encontrado solución para que no sufrieran él y su mamita.

Más tarde, el niño feliz, andando por el avión caminando, encuentra otro niño decepcionado y cansado de sufrir y llorar, el niño ansioso y entusiasmado le pregunta: -¿Qué te sucede, por qué estás tan afligido?
Entonces el tercer niño le responde: Es que no quiero nacer.
Pero, ¿por qué? – pregunta el niño contento, y responde el niño afligido: Es que al momento de nacer mi mamita morirá, ya que será muy difícil el parto y escogerán entre la vida de mi mamita y la mía; ella decidirá por mi vida y ella morirá, y será un gran dolor para mi papito, y por la desesperación y el gran dolor de su muerte él se suicidará y yo iré a parar a un lugar a donde llevan a los niños desamparados, y no voy a poder estar con mis papitos, y es por eso que no quiero nacer todavía. Entonces, el niño entusiasmado le dice:
-No te preocupes, mira que cuando yo nazca voy a tener
mucho dinero, y mis papitos serán tan buenos que les voy a pedir que ayudemos a tu papá para salir adelante, y comprenda que Dios se llevó a tu mamita para que no sufriera, y te dio a cambio a ti, para que no estuviera sólito, y en ti vea el recuerdo de ella y verás que tu papito saldrá adelante y te va a querer tanto como me van a querer a mí, mis papitos. Entonces el niño afligido ahora esperaba con ansias su llegada al mundo, y por poder tener un amigo tan especial como él.

Cuando la hora llegó de su partida para venir al mundo, "el piloto" encargado de enviar a los niños a su destino empezó a llamarlos y el primero que fue al mundo fue el niño triste; entonces el niño entusiasmado le grita antes de nacer:

- No te preocupes, que allá nos veremos, y recuerda que te quiero.
El segundo en venir al mundo fue el niño que nacería pobre, pero él iba contento porque tenía una esperanza y la promesa del niño optimista; y el niño entusiasta, al igual que al otro niño afligido, le dijo que allá se verían en la tierra, que no estuviera más triste.

El tercer niño fue al que se le moriría su madre, pero su actitud era positiva, ya que el niño entusiasta iba a ayudar a su papito a reponerse pronto del dolor, y al igual que a los demás, el niño feliz le dijo que se verían en la tierra y que serían los mejores amigos del mundo los cuatro.

Después de haber mandado a los tres niños, el piloto cierra las puertas; entonces el niño entusiasmado grita:

- ¡¡Espere señor, falto yo, falto yo!! Yo también quiero ir al mundo para decirle a mi papito cuánto lo amo, y agradecerle a mi mamita todo el amor que me dará cuando yo nazca, y para que vean que soy tan bonito como ellos. ¡Espere señor... falto yo!

Entonces hubo un gran silencio... Y el piloto le responde:
Lo siento, pero hoy tus padres decidieron no tenerte. Pero es que yo tenía tantas
ilusiones de conocer a mis papitos y vieran lo chiquito que y, y que soy parte de ellos. Además, quería ayudar a mis amigos, porque no quiero que sufran; es que yo... quería nacer.

Luego se oyó un suspiro de Dios, y se alcanzó a escuchar:
- Cómo a veces pueden terminar con las ilusiones de los hijos, cuando es el regalo más hermoso que les doy para complementar sus vidas.



                     CARTA DE UN BEBE


"Hola mami, ¿cómo estás? Yo, muy bien; gracias a Dios hace apenas unos días me concebiste en tu pancita. La verdad no te puedo explicar lo contento que estoy de saber que tú vas a ser mi mamá, otra cosa que también me llena de orgullo es ver el amor con el que fui concebido..." ¡Todo parece indicar que voy a ser el niño más feliz del mundo! Mami, ha pasado ya un mes desde mi concepción, y ya empiezo a ver como mi cuerpecito se empieza a formar, digo: "no estoy tan bonito como tú, pero dame una oportunidad". ¡Estoy MUY feliz! Pero hay algo que me tiene un poco preocupado...

Últimamente me he dado cuenta de que hay algo en tu cabecita que no me deja dormir, pero bueno, ya se te pasará, no te apures.

Mami, ya pasaron dos meses y medio y la verdad estoy feliz con mis nuevas manitas y de veras que tengo ganas de utilizarlas para jugar.

Mamita, dime que te pasa, ¿por qué lloras tanto todas las noches? ¿Por qué cuando papi y tú se ven se gritan tanto?

¿Ya no me quieren, o qué? Voy a hacer lo posible para que me quieran... Han pasado ya tres meses mami, te noto muy deprimida, no entiendo que pasa, estoy muy confundido. Hoy en la mañana fuimos con el doctor y te hizo una cita para mañana.

No entiendo, yo me siento muy bien... ¿acaso te sientes mal, mamita?
Mami, ya es de día, ¿a dónde vamos? ¿Qué pasa, mami ¿por qué lloras? No llores, si no va a pasar nada...
Oye mami, no te acuestes, apenas son las 2 de la tarde, es muy temprano para irse a la cama, aparte, no tengo nada de sueño, quiero seguir jugando con mis manitas.

¡Ay, ah! ¿Qué hace ese tubito en mi casita?
¿A poco es un juguete nuevo? ¡Oigan! ¿Por qué están succionando mi casa?

¡MAMI! ¡Esperen! ¡Esa es mi manita! Señor, ¿por qué me la arrancan? ¿que no ve que me duele? ¡ah! ¡Mami defiéndeme! ¡Mamá...ayúdame! ¿Que no ves que todavía estoy muy chiquito y no me puedo defender? Mami, ¡mi piernita!, ¡me la están arrancando! Por favor diles que ya no sigan, te lo juro que ya me voy a portar bien, ya no te

vuelvo a patear. ¿Cómo es posible que un ser humano me pueda hacer esto? Va a ver cuando sea grande y fuerte... ah... Mami, ya no puedo más, me ay... mami,.. mami... ¡ayúdamee!...

-Mami, han pasado ya 17 años desde aquel día, y yo desde aquí observo cómo todavía te duele esa decisión que tomaste. Por favor, ya no llores, acuérdate que te quiero mucho y aquí te estoy esperando con muchos abrazos y besos.

Te quiere mucho, tu bebe

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